Bizcocho de Natillas

Esta semana tenía muchas ganas de compartir recetas con vosotros y ya tocaba algo dulce, ¿no?.
Las natillas me encantan, recuerdo cuando era pequeña y mi abuela Loli preparaba unas bandejas enormes con sus galletas y muchísima canela. Decidí cambiar el yogur clásico que suelo poner al bizcocho y el resultado ha sido todo un acierto, con un sabor  riquísimo, textura suave y muy esponjoso. 
* Tomaremos el envase de la natilla como referencia para las medidas.
Ingredientes:
4 huevos
2 natillas
3 medidas de harina
2 medidas de azúcar
1 medida de Aceite de oliva suave (o girasol)
1 sobre de levadura
canela
nueces (para decorar)
Modus Operandi:
1º Ponemos a precalentar el horno a 180º. 
2º Batimos los huevos con el azúcar hasta que doblen su volumen, si usamos unas varillas eléctricas obtendremos mejor resultado. Yo suelo utilizar mi Kenwood.

3º. Sin dejar de batir vamos añadiendo el aceite en forma de hilo y luego las natillas poco a poco.
4º Solo nos queda integrar los elementos secos, harina, levadura y canela. Lo haremos manualmente, con movimientos suaves y envolventes, sin batir. 
5º. Vertemos la masa en un molde engrasado, espolvoreamos un poco de azúcar por encima y unas nueces para decorar. Llevamos al horno a 180º durante unos 45 minutos. Pinchamos transcurrido ese tiempo para comprobar que esté totalmente hecho.
Me quedó muy tostadito, por arriba se hizo una especie de costra gracias al azúcar que le aporta un crujiente particular. 

El toque a vainilla de las natillas queda delicioso. 

En el corte se aprecia la textura suave y jugosa del bizcocho.

Listo para desayunos, meriendas... 

Se avecina un fin de semana frío y lluvioso, este bizcocho acompañado de una taza de café o chocolate calentito es un plan más que tentador. Abrigaros mucho, cocinar esta delicia y ¡a disfrutar familia!.